Hay quienes dejan de ganar por guardar la plata bajo el colchón, otros cuyos plazos fijos pierden la carrera contra la inflación, hay quienes despilfarran hoy y no tiene para mañana y quienes no saben lo que gastan ni en que, hay quienes se meten en prestamos improbables o revientan las tarjetas de crédito y quienes sueñan con la casa propia y no acceden a ella no por falta de dinero sino por su mala administración.
No hacer nada al respecto significa poner en peligro tu futuro y el de tu familia. Además, si no tenes control sobre tu dinero, estarás sujeto a los intereses de otros aunque no te des cuenta. Si dejas tu jubilación a la deriva, aceptas toda oferta que te hacen los comercios, delegas en el banco el manejo de tus inversiones y confías a tu empleador el desarrollo de tu carrera laboral y la mejora de tus ingresos, estas en problemas
Mito: “tener dinero es cuestión de suerte”
Realidad: la probabilidad de que un pariente lejano nos deje una herencia millonaria
Es tan baja como la de ganar la lotería o que un amigo nos ofrezca asociarnos sin costo a un negocio que luego nos dotara de una fortuna.
Tan remotos son estos escenarios que es mejor desecharlos por completo. La esperanza de “algo maravilloso” que “nos salve” es una trava para el progreso económico de las personas. Decir “fulano tiene buena suerte y yo mala suerte” es una forma de excusarnos de tener que hacer algo para modificar nuestra situación. La suerte juega un rol en la vida, sin duda, pero es un rol menor cuando se compara con el conocimiento, perseverancia, el criterio, la capacidad de aprender y el llevar adelante proyectos. Cuando alguien dice tener mala suerte, es más probable que este viviendo las consecuencias de decisiones mal tomadas por falta de información o actos impulsivos. Desterrar el concepto de suerte darnos cuenta de que somos capaces de forjar nuestro propio destino es el primer paso hacia la libertad financiera
Mito: “para hacer dinero, primero hay que hacer dinero”
Realidad_ Dijiste alguna vez “cuando tenga la plata, voy a hacer tal o cual cosa? Ya lo hiciste?, Es probable que no. Sucede que al decir “lo voy hacer ni bien tenga el dinero” estas justificando que no hay nada que hacer hasta que tengas el dinero. Es una buena excusa para la inacción. Una carrera, una inversión o una idea de negocio también pueden ser postergadas indefinidamente hasta “tener el dinero”. Como se rompe el círculo vicioso? Dejando de buscar el dinero y comenzando a buscar los proyectos.
Concéntrate en detectar oportunidades, Infórmate sobre las alternativas, habla con gente de confianza que tenga experiencia. Busca hasta que encuentres un proyecto sobre el cual puedas apasionarte y luego se te ocurrirán formas de generar el dinero: pedir una beca, hacer una vaquita con amigos a los que convenzas, conseguir un préstamo bancario o de familiares, vender efectos personales... casi siempre se encuentra el dinero cuando primero se encuentra un objetivo viable.
Mito: “hay que tener instinto para el dinero”
Realidad: las personas nacen con más o menos poder de decisión, más o menos habilidad analítica, detectar oportunidades y detectar riesgos. Pero muchas de esas características personales – que son algunas de las que intervienen en el buen manejo del dinero- se desarrollan mediante la educación. El problema es que no a todos se les enseña a administrar, preservar y multiplicar su capital. El tipo de educación, la cultura y la religión afectan a la habilidad de administrar el dinero
Mito: “es imposible hacer planes, sobre todo en argentina”
Realidad: aunque las circunstancias del país cambien (para bien o para mal), siempre hay que pensar en el futuro. Que no controlemos el clima no quiere decir que embarquemos sin brújulas ni mapas!.
Mito: “el dinero es para expertos y entendidos”
Realidad: el célebre norteamericano John Galbraith en su libro “El Dinero” dijo: “nada hay en el dinero que no pueda ser comprendido por una persona razonable, curiosa, activa e inteligente”.
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