La pérdida del trabajo, especialmente cuando es inesperada, trae consigo una serie de emociones negativas que suelen abrumar a la persona y la enfrentan con una dolorosa realidad

Enfrentarse al despido...

Un contrato de trabajo es mucho más que aspectos legales y económicos formalizados en un documento, tiene una representación simbólica muy significativa para las personas. Representa la certeza de la asegurar la satisfacción de necesidades básicas, hace tangible la expectativa de valerse a sí mismo por medio de las propias capacidades, fortalece la percepción de auto-eficacia, y también representa una fuente de obtención de reconocimiento y status social.

Pero su pérdida, especialmente cuando es inesperada, trae consigo una serie de emociones negativas que afectan la capacidad para responder en forma adaptativa a la nueva condición de vida. El despido produce respuestas de ansiedad aguda, deterioro de la auto-estima y concepto de sí mismo, síntomas psicosomáticos, hipertensión, depresión, descuido en arreglo personal, y en algunos casos, aparición de patología más severa como abuso de drogas y alcoholismo.

En el plano familiar se afectan las relaciones con los hijos y cónyuge, especialmente cuando no la persona no puede continuar respondiendo con su rol de jefe de hogar-proveedor. En conclusión, la pérdida de trabajo es considerada uno de los más perturbadores eventos durante la vida de una persona.

Afortunadamente, la mayoría de las veces esta pérdida no resulta tan perturbadora y la persona puede afrontarla y superarla por sí misma. A fin de que la persona transite desde una etapa de pérdida y desarraigo hacia una de búsqueda activa de empleo y manejo de oportunidades, la psicología industrial ha desarrollado programas de ayuda para estos efectos, conocidos como desvinculación asistida (outplacement), destinados a facilitar la búsqueda de empleo eficiente y dentro del menor tiempo posible.

Estos programas de trabajo implican evaluación del desarrollo profesional; evaluación de competencias actuales a nivel técnico, y en cuanto a sus capacidades intelectuales, emocionales y sociales; orientación laboral; estrategias de marketing profesional; manejo de la entrevista de trabajo; asesoramiento en imagen profesional; y, aprender a usar el mercado de empleo.

La persona que está cesante pasa por distintos etapas en su estado de ánimo. Generalmente, al comienzo de la cesantía hay subvaloración y a veces negación de la pérdida, "…este trabajo en realidad no me gustaba", "pronto voy a estar en otro empleo mejor que este". Luego viene un periodo en que la persona casi en forma "maniacal" desplega esfuerzos y energías en enviar currículos y visitar posibles empleadores.

Pero a continuación y luego de constatar que no es tan fácil como se creía al comienzo, que hay puertas que se cierran y oportunidades que no llegan, la persona puede entrar con facilidad en la fase más difícil de la cesantía.

Esta fase es aquella en la que la persona se empieza a desanimar, a decirse a sí misma "…para que voy a ir a este lugar a presentar mis antecedentes si me va a ir mal…para que voy a gastar dinero y esfuerzos en postular aquí si voy a ser uno más entre cientos…" y cosas por el estilo, lo cual puede tener algo de objetividad y realismo, pero que inhibe finalmente la realización de esfuerzos que efectivamente pueden llevar a aprovechar oportunidades de trabajo.

Por tanto, para no deprimirse en cesantía es muy importante comprender la relevancia de mantener la mente ocupada en la tarea de encontrar trabajo, que es en sí un trabajo propiamente tal. Esto tiene relación con planificar las actividades de la semana, de cada día, en términos de qué acciones concretas se van a realizar en pro de obtener un empleo.

Elaborar listas de tareas, de contactos telefónicos, de llamadas por hacer, de documentos y presentaciones por preparar, y sobretodo, enfocarse en el logro de entrevistas de trabajo, ya que es en estas en donde la persona puede "vender" sus conocimientos, experiencias y habilidades desarrolladas a lo largo de su carrera laboral.

La actitud que se debe tener para enfrentar mejor el periodo de cesantía es, sobre todo, una actitud abierta a reconocer las oportunidades que trae todo proceso de cambio, aceptando la carga dolorosa que implica la pérdida en vez de negarla o minimizarla como si no existiera.

Comprender que este proceso de pérdida es similar a un duelo, que implica dolor, pena, recogimiento y vuelco hacia el interior, a fin de dar cabida a una normal expresión de emociones y sentimientos, para luego dar paso a un tratamiento más racional, basado en el análisis frío de las propias fortalezas y debilidades para competir en el mercado laboral, para corregir en el corto plazo aquellos aspectos más deficitarios y destacar también aquellos más desarrollados.

Impacto familiar

En el plano familiar, si se trata del despido del jefe de familia, las relaciones familiares se tornan paulatinamente tensas, frías o distantes, aumentan los roces y discusiones, la falta de tolerancia, las fricciones sociales y el cambio de roles eventualmente obliga a la esposa que trabaja a afrontar sola el sustento del hogar y a la que no trabaja a buscar un empleo. El varón despedido, por tanto, se ve obligado a ocuparse de las cuestiones domésticas.

Las perturbaciones que provocan estos cambios alcanzan incluso a los niños en edad escolar. Cuando la situación económica no da para más, los padres se ven obligados a cambiar a sus hijos del colegio o la universidad particular en la que estaban a una pública.

En el caso del cese de altos ejecutivos, la gente tiende a pensar que quienes dejan estos cargos o posiciones de poder lo hacen con tanto dinero y contactos que no deben tener problemas para continuar su vida profesional. La dura verdad es que mientras mayor sea el poder y la posición perdida, más difícil será adaptarse a las situaciones nuevas.

A muchos ejecutivos les cuesta situarse y replantearse su nueva identidad, enfrentar llamadas telefónicas no respondidas, invitaciones y saludos que no llegan, puertas que no se abren como antes y darse cuenta que uno tiene menos amigos de los que creía.

Entre las razones que han motivado la desvinculación laboral en los últimos años destaca, en primer lugar, el hecho de que el mundo empresarial realmente está cambiando mucho y muy rápido, como consecuencia de la globalización, el desarrollo tecnológico, las fusiones y reestructuraciones empresariales, la "tercerización" de servicios (outsourcing), el cambio en los perfiles de cargo y la reducción de las nóminas de personal, entre otras.

Outplacement

En la última década, ha ganado popularidad en muchos países de Europa y América una herramienta gerencial con gran énfasis psicológico llamada outplacement o recolocación.

El outplacement es un servicio prestado por un consultor, dirigido a orientar a las empresas en la gestión de sus planes de reestructuración y a facilitar la reorientación laboral de los profesionales que, por efecto de los recortes de planillas, quedarán sin empleo.

Lo que podríamos definir como ayuda para la recolocación se ha ido implantando poco a poco y hoy es una de las fórmulas más eficaces para ofrecer alternativas profesionales al personal afectado.

Recomendaciones

Se recomienda en lo posible, dejarse asesorar por especialistas en orientación laboral, evaluación de competencias y entrenamiento en búsqueda efectiva de empleo, ya que es corriente ver personas que llegan a entrevistas de trabajo con la carga negativa de la pérdida del empleo anterior, entonces, durante la entrevista tienden a dejar en evidencia su desánimo, a veces rabia y rencor hacia ex jefes y ex empleadores, y no en poner el acento en sus competencias reales, en el aporte efectivo que pueden hacer en el nuevo lugar de trabajo.

Enfocar la entrevista en términos positivos, en los puntos realmente destacables de los antecedente curriculares, será posible en la medida en que se ha hecho un trabajo de revisión y reflexión crítica sobre las propias cualidades laborales, junto con haber recorrido un proceso de auto-conocimiento y desarrollo personal a partir de la crisis gavillada por la pérdida de empleo.

Lo que nunca se debe hacer en caso de pérdida de empleo es saltarse la fase señalada aquí de atención a las propias emociones experimentas, aceptación de la pérdida, auto-crítica y reflexión sobre las propias capacidades, el estado actual de desarrollo de las competencias laborales, lasa fortalezas y debilidades presentes, y principalmente, cuidar la integridad de las expectativas de mejora sobre la propia capacidad profesional, la auto-eficacia, y mantener a toda costa la capacidad para abrigar esperanzas de un futuro mejor.

Es importante tener claro que a todos nos puede pasar y es mejor estar preparados para sobrepasar este obstáculo. Saber enfrentar las dificultades de la vida y salir airosos de ellas, es lo que nos hace diferentes.

1. Deja fluir las primeras emociones

Es seguro que después de un despido sentirás muchas emociones negativas que te atosigarán, pero que debes vivir. Seguramente tendrás rabia, resentimiento, angustia y preocupación, y está bien vivirlas pero en su justa medida, para que sean pasajeras y no se transformen en una eterna depresión.

2. Acepta la situación

En este tipo de casos, lo mejor es tratar de aceptar la situación que se vive lo más pronto posible, aunque sea muy duro de sobrellevar. No discutas ni entres en momentos de tensión, pues eso no te devolverá el empleo y te producirá además un nivel de angustia difícil de aguantar. No te dejes llevar por la típica frase del “no tengo nada que perder” y te dejes llevar por las emociones del instante, diciendo cosas que no debes. Recuerda que la vida es redonda y en cualquier momento te vuelves a encontrar con las mismas personas, las que pueden generar otras ofertas a futuro.

3. Olvídate de las venganzas

Eso sólo te desgastará y terminará por hacerte perder lo poco que se puede ganar con el despido. Trata de no verlo como un tema personal.

4. Vive el duelo

No actúes como que aquí no ha pasado nada. Vive el despido, el duelo de su partida. Y si tienes el margen económico suficiente, tómate unos días para recargara energías y comienza a buscar tranquila un nuevo trabajo que te llene de ganas nuevamente.

5. Busca el lado bueno en todo

No te eches a morir por el despido, pues transmitirás en las siguientes entrevistas laborales ese dejo de tristeza y frustración. Lo mejor es que busques lo bueno del trabajo que acabas de perder, es decir, lo que ganaste y también lo que obtuviste con el despido, que quizás era lo que necesitabas para empezar a hacer lo que siempre quisiste.

6. Mira hacia delante

Un despido no es el final de todo. Tu carrera sigue y el trabajo perdido es sólo un escalón de su escalera laboral.

7. Mantén tu mente ocupada

Para que no te deprimas en cesantía, debes hacer todo lo posible para mantener la cabeza ocupada en otras tareas y en encontrar uno nuevo, y no dejar la mente pegada en el despido. Debes planificar las actividades del día a día en pro de encontrar una nueva oportunidad.

8. Una entrevista, una experiencia

A medida que vayan surgiendo entrevistas, no te pongas ansiosa por sus resultados. Pueden resultar como no, por lo que hay que tomarlas como herramientas de entrenamiento para encontrar el trabajo adecuado.

9. Enfocar la entrevista en cosas positivas

No es bueno que durante una entrevistas hables mucho de tu ex trabajo y del despido, sino que lo mejor es que aprendas a venderte y a realizar marketing directo de lo que eres capaz de hacer. Toma tu anterior trabajo como un dato más en tu currículo.

10. Apóyate en tus seres queridos

Lo mejor no es aislarse en estos momentos, sino que muy por el contrario, es rodearse de afectos sinceros que te llenen de energía y logres así limpiarte de lo que ocurrió y salir con nuevos aires a buscar otro destino.

Otras Sugerencias

* Crea una red de conexiones: Tienes que poner al día tu currículum, recuerda que no basta con que lo pongas en Internet para anunciarte.

Así que debes crear una red de conexiones. Es decir, comienza por hacer una lista de todas las personas que conoces y en dónde trabajan, aunque no sea una industria de tu especialidad.

También recurre a organizaciones profesionales que se dediquen a establecer contactos y a las que agrupan a ex alumnos de las escuelas donde estudiaste.

Cuando termines de realizar esa lista, escribe a todos recordándoles quién eres y de dónde te conocen. Además, explícales que deseas un consejo sobre tu carrera. Invítalos a tomar café y así te informarás. Evita quejarte con ellos y no muestres desesperación por conseguir trabajo.

Si les caíste bien, posiblemente ellos se ofrezcan pasar tu currículum vitae a la persona indicada, o por lo menos archivarlo.

No te aproveches de las circunstancias escondiendo información. La mayoría de las personas aceptará favorablemente el hecho de que te despidieron y apreciarán tu honestidad.

* Entrevistas de trabajo:Una vez que hayas hecho una lista de las empresas que están considerando contratar nuevos empleados, envíales una buena carta de presentación. Primero, diles cómo te enteraste del puesto vacante y en especial si fue a través de un contacto. Al mencionar el nombre , te distingues entre los demás candidatos.

Concéntrate en el trabajo que están ofreciendo. No divagues, y mejor destaca tus habilidades que posees para ese puesto.

Si te llaman para la entrevista, debes mencionar que te despidieron. De esta forma, podrán verte desde otra perspectiva y bajo un luz favorable para ti. Pero, ¡ojo! Evita hablar mal de tu antiguo jefe, sólo di: 'Nosotros no veíamos las cosas de la misma manera y decidimos que era mejor que yo me fuera'. Cuéntale todo lo que aprendiste en tu viejo trabajo, de tu experiencia y de cómo pudieras aplicarla en ese empleo.

Aspectos a tener en cuenta:

Siempre prevé las posibilidades de un despido, por lo tanto, adelantate a los hechos:

-Ten una cuenta de ahorros: Tendrás un respaldo económico mientras encuentres un nuevo empleo.

-Red de conexiones: Mantén una red de conexiones activamente, así podrás actuar rápidamente cuando te despidan.

Es cierto que hallar otro trabajo no es tarea fácil, pero puedes conseguirlo. Son muchas las personas que las ponen de patitas en la calle pero encuentran otro empleo. Tal vez, ese despido te ayude a mejorar profesional y personalmente.

fuente: taringa.net

1 Comment

  1. La Rolli Said,

    Muy buena nota !!

    Posted on 13 de agosto de 2009, 15:58

     

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