Lejos de la corbata y los tacos, cada vez más empresas proponen a sus empleados la indumentaria informal. Especialistas develan cuáles son las prendas indicadas para ellas y ellos y lo que nunca debe usarse


Encontrar un caballero vestido de traje un viernes al mediodía es cada vez más difícil en el escenario urbano de la city porteña. Es que, en las vísperas del fin de semana, cada vez son más los hombres que dejan el saco, la camisa y la corbata en casa reemplazándolo por un look mucho más relajado e informal. Tal como su nombre lo indica, el casual friday es una iniciativa de las compañías que buscan hacer del último día laborable una jornada relajada e informal aboliendo los trajes, las faldas ejecutivas y los estructurados sacos. Importada de los Estados Unidos, esta práctica que empezó hace algunos años gana cada vez más adeptos en la Argentina y quedan pocas empresas que sin sumarse. Un claro ejemplo de la flexibilización de la indumentaria es Unilever Argentina. Al principio comenzó los viernes aunque más tarde se extendió también a las calurosas jornadas estivales. Pero la comodidad ganó la pulseada y hoy la indumentaria casual se usa todo el año. “En la empresa la flexibilidad también aplica para la vestimenta. Lo hacemos para tener mayor comodidad en el lugar de trabajo y es un paso más en el objetivo de ser una compañía flexible y de fomentar el equilibrio entre la vida personal y laboral”, expresó Romina Zamparolo, gerente de Desarrollo Organizacional de Recursos Humanos, en diálogo con Infobae.com. Según explicó, la iniciativa pretende que los empleados encuentren una armonía entre la vida laboral y la rutina fuera de la empresa: "La gente misma es la que decide a su criterio qué ponerse. Tratamos de que nuestros empleados formen parte de una comunidad que les permita ser ellos mismos. Así, cada uno a su manera, da su perspectiva dentro de un marco de valores y objetivos compartidos”, manifestó Zamparolo. Formalidad vs. informalidad Si bien esta medida tiene como objetivo una mayor comodidad en la jornada laboral, no todos simpatizan con ella. Aunque cueste creerlo, son varios los detractores que se rehúsan a dejar en casa la corbata para reemplazarla por una chomba y un blazer informal. "Se me complica este concepto y tengo que pensar el doble a la mañana porque me cuesta definir los límites de la informalidad. A veces creo que estoy demasiado formal y otras, demasiado casual", aseguró Javier, empleado de una empresa petrolera. "A muchos les cuesta entender que se puede estar elegante e informal al mismo tiempo. Es por eso que muchas veces llegan los malentendidos a las oficinas y muchos caen en ridiculeces", indicó Ana Walsh, asesora de imagen, en diálogo con Infobae.com. "Lo que nunca podemos hacer en una empresa medianamente formal es ir en zapatillas, prendas de jean, remeras o buzos de algodón, colores estridentes con inscripciones o estampas grotescas", manifestó. La experta consideró que el fenómeno no debe traducirse en prendas estrafalarias o coloridas que llamen demasiado la atención: "El casual es una vestimenta clásica. Da la libertad de ir más informal pero, al mismo tiempo, hay una empresa que respetar y la ropa tiene que destilar la formalidad que la compañía amerita". "En trabajos administrativos en empresas o en estudios de abogados no tiene que resaltar la personalidad del empleado sino el trabajo que hace. Por eso, no hay que resaltar la tendencia con las prendas que se lucen. La idea es tener buena presencia y estilo sin vender un look", aclaró. Opciones para ellas y ellos Walsh descarta el jean para ir a la oficina y propone para los hombres los clásicos caquis de gabardina en colores beige, azul o verde musgo que pueden combinarse con camisas lisas en tonos pasteles o algún rallado o escocés sobrio. Otra opción es usar remeras con cuello, manga larga o corta, en tonos neutros. "Evitemos las estampadas, salvo algún escudo o pequeño dibujo. Ante todo, hay que respetar el protoloco de la compañía", dijo. En los pies, mocasines o zapatillas de cuero formales. Las medias, tantas veces olvidadas, no son un detalle menor. Para la asesora, "las blancas son un papelón. Por eso, hay que inclinarse por las de vestir, a tono con lo que uno se puso. Muchas veces los hombres no hacen diferenciación pero las medias están a la vista todo el tiempo porque uno está sentado permanentemente". En los meses de invierno, el abrigo podrá ser un cardigan o un sweater con cierre. Por encima, un blazer de corderoy o pana será más que bienvenido y le dará un toque de estilo al outfit. Para la gran mayoría de las mujeres, el casual friday es toda una bendición: es el día en el quepueden liberarse de los malditos zapatos con taco y reemplazarlos por chatas o pequeñas plataformas. “Ellas no necesitan estar subidas a los tacos como el resto de los días. Pueden relajarse, sin llegar a extremos, con conjuntos como un vestido camisero y un par de chatitas”. Una alternativa para las damas son los clásicos pantalones de gabardina, combinados con camisas en colores neutros y accesorios que sumen al conjunto sin caer en un look desenfadado. Las faldas deben tener un largo apto para ir a la oficina. “No hay que confundir el casual con salir al boliche. Por eso, nada de marcar demasiado el cuerpo ni maquillarse en exceso. La libertad acá no es ponerse cualquier cosa, es ir más descontracturado”, sentenció Walsh.

Fuente: www.infobae.com

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