Robert Kiyosaki: El autor del best seller “Padre rico, padre pobre” es hijo de un director de escuela que lo formó en la austeridad y el esfuerzo, pero tuvo también un papá “postizo” mucho menos educado que, sin embargo, supo enseñarle cómo ganar dinero ...

Dinero: < / h2> la idea de hacerse rico, haciendo que tu dinero trabaje para ti, de forma que los ingresos que tus inversiones produzcan sean más altos que tus gastos, de este modo no es necesario trabajar para vivir, y por lo tanto habrás alcanzado la independencia financiera

Dale Carnegie < / h2> El Curso de Carnegie disfruta de buena reputación en el ámbito de los negocios y es considerado como una herramienta de transición para las personas tímidas o desacostumbradas a trabajar en equipo, por lo que muchos empresarios envían a sus empleados al curso

Diez pasos para tener una buena memoria
Existen técnicas y estrategias que permiten mejorar la capacidad de los jóvenes a la hora de procesar la información. Enfocar la atención, diferenciar el corto y el largo plazo y las reglas mnemotécnicas son algunas de ellas.
En Cómo tener éxito en la universidad, el último libro del experto en estrategias para aumentar la memoria Daniel Bjork, se explican las técnicas para conseguir la memoria de un elefante.
El primer paso es enfocar la atención en lo que se está estudiando y cuidar que el lugar de estudio esté libre de distracciones. Así la memoria a corto plazo se mueve hacia la memoria a largo plazo. Otro ítem a cumplir es evitar el hacinamiento y plantear el estudio en etapas haciendo los correspondientes intervalos. Los jóvenes que estudian regularmente recuerdan el material mejor que los que pretenden memorizar todo en una jornada maratónica. El tercer paso es estructurar y organizar la información en grupos relacionados. Es recomendable agrupar conceptos y términos o hacer un resumen de notas de lecturas de libros de texto.
Los dispositivos mnemotécnicos son útiles. Se puede asociar un término que se necesita recordar con un tema común. Los estudiantes pueden acudir a elaborar y ensayar la información que están estudiando a fin de recordar la información; es necesario codificar lo que está estudiando en la memoria a largo plazo. Una de las técnicas de codificación más eficaces se conoce como “ensayo de elaboración”.
Un método rendidor es relacionar la información nueva con las cosas que ya se saben. Y otro recomendable es visualizar los conceptos que se desea recordar prestando atención a las fotografías y gráficos. El autor recomienda que si el texto no tiene imágenes sea el estudiante quien las cree y dibuje gráficos o figuras en los márgenes de sus notas con lápices de diferentes colores. El octavo paso es enseñar los nuevos conceptos a otra persona. La investigación sugiere que la lectura de los materiales en voz alta mejora la memoria. Es elemental prestar mucha más atención a la información que resulta difícil. Por último, se aconseja variar la rutina de estudio. Tanto los lugares como los horarios.
criticadigital.com
Psicología positiva, para más y mejor vida
Mucho se habla de la nueva corriente. Una especialista dijo a Infobae.com que sus fundadores se basaron en la idea de que "si un factor que predispone a la depresión es un pesimismo aprendido podría aprenderse a ser optimista"
Valeria Chavez (Infobae.com)
Por definición de Margarita Tarragona Sáez, doctora en Psicología y profesora de la Universidad Iberoamericana de México, la psicología positiva "es el estudio científico del funcionamiento óptimo de las personas; se trata de estudiar los factores que permiten vivir plenamente".
La profesional estuvo en Buenos Aires para participar del cuarto Encuentro Iberoamericano de Psicología Positiva La Psicología Positiva y sus Aplicaciones organizado por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Palermo y en diálogo con Infobae.com dijo que los temas que estudia la disciplina son "la satisfacción con la vida, el optimismo y la satisfacción laboral, entre otros".
"La psicología positiva tiene que ver con las cosas buenas de la vida, pero lo fundamental es que se basa en investigaciones rigurosas", aseguró Tarragona Sáez, quien habló de cuatro áreas que contribuyen al bienestar: "El gozo, que tiene que ver con los placeres y saber experimentar sensaciones positivas; en segundo lugar vivir una vida involucrada con lo que hacemos, poner en el juego habilidades para enfrentarse a retos; el sentido de trascendencia, esto es entender que la vida tiene un sentido y que somos parte de algo más grande y, por último, las relaciones interpersonales, las que -según la profesional- las personas más felices tienen relaciones más positivas".
Al parecer, en palabras de la especialista, "las personas que tienen emociones positivas (sentirse satisfechos, serenos, entusiastas, etc.) tienden a tener mayor apertura a cosas nuevas, ganas de explorar mundo y mejor salud física".
Tarragona Sáez explicó que "una de las aspiraciones de quienes fundaron la disciplina fue mejorar la vida cotidiana y ellos aseguran que a ser positivo se puede aprender". Llegaron a esa conclusión tras analizar que "si un factor que predispone a la depresión es un pesimismo aprendido, quizá se podría aprender a ser optimista".
De lo que se trata es de aprender a desarrollar habilidades de cara a realizar "intervenciones positivas". La profesional destacó que "hay excelentes libros basados en investigaciones, como La vida positiva (de Barbara Fredrikson), La ciencia de la felicidad (Sonja Lyubomirsky) y La auténtica felicidad (Martin Seligman)".
A la hora de ponerlo en práctica, solo o con ayuda profesional, "hay ejercicios que pueden hacerse para estar conciente en cada momento de cosas que antes se hacían automáticamente, para aprender a identificar fortalezas y cultivar el sentido de gratitud".
Si bien -según Tarragona Sáez- algunos ejercicios son más rápidos y otros llevan más tiempo, está estudiado que "todos aumentan el bienestar de las personas".
La psicología positiva se diferencia de las corrientes que hablan de la ley de atracción (que postulan que todo lo que "llega" a la vida de una persona, lo hace porque fue atraído, léase, pensado, deseado...).
"No es todo psicológico; las circunstancias juegan un rol importante en la felicidad. El bienestar depende del contexto y de situación política, económica", subrayó Tarragona Sáez, quien consideró que "por algo los informes de calidad de vida siempre revelan que los países más desarrollados son los más aptos para vivir".
infobae.com
Enojate y pensá: el mal humor ayuda a tomar buenas decisiones
La jovialidad fomenta la creatividad y el trabajo en equipo, pero es el mal humor lo que permite la reflexión.
De los siete enanitos que acompañaban a Blancanieves, Gruñón podría haber sido el que pensaba con más claridad si se tiene en cuenta un estudio realizado por una universidad australiana, que concluyó que cuanto más miserable es una persona, mejores son las decisiones que toma.
El estudio, que fue conducido por investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia, arrojó como resultado que si bien la jovialidad y el buen humor contribuyen al trabajo en equipo, la creatividad y la cooperación, son las personas más escépticas, miserables o melancólicas las que se toman el tiempo para pensar en las decisiones que van a tomar, informó el sitio 20 Minutos.
Para realizar el estudio, se tomó a un grupo de voluntarios a quienes se les pidió que vieran una serie de películas además de relatar sucesos de sus vidas para ponerlos de buen humor y de mal humor. Después se les pidió que dieran testimonio como si fueran testigos oculares de un hecho o que juzgaran la veracidad de un mito urbano.
"Mientras que el humor positivo parece promover la creatividad, la flexibilidad y la cooperación, el mal humor activa una forma de pensar más atenta y cuidadosa, haciendo que la persona preste más atención al mundo externo", indicó el psicólogo Joe Forgas, quien encabezó el estudio difundido por la revista Science.
Las personas melancólicas o apáticas logran abstraerse de las cuestiones mundanas para reflexionar, y para lidiar con situaciones demandantes mejor que las personas "felices" porque el mal humor "promueve estrategias de procesamiento de información", tal como señaló Forgas.
Otros resultados preliminares de la investigación señalaron que las personas tristes se expresan mejor por escrito, que en realidad promueve "un estilo de comunicación más concreto, más armonioso y, en definitiva, más exitoso", según el psicólogo.
Además, los días grises serían buenos para algo más que ver tele tirado en el sofá: cuanta más humedad y más gris el cielo, más se estimula la memoria, mientras que el sol logra hacer que las personas se olviden de todos los problemas, y de todo en general.
minutouno.com.ar
Al Líder ¿quién lo motiva?... Automotivacion
¿Que es ser proactivo?....Una actitud
Ser proactivo es pensar las cosas antes de actuar, aparte es un pensamiento de superación, estos piensan en corregir sus errores, lo contrario a esto es una persona reactiva la cual no piensa sino reacciona, estas personas son las que no tienen éxito, estas piensan nomás en hecharle la culpa a los demás y no piensan en ver sus errores sino embarrarselos a los demás. (David Hernández Quiñones (16 años))
Proactividad, ¿qué es?
Muchas personas están constantemente esperando que suceda algo o que alguien se haga cargo de ellas. Otras, en cambio, toman la iniciativa, emprenden la acción y hacen que las cosas sucedan. ¿Con qué modelo te sientes más identificada? Las personas que toman sus propias decisiones y no se supeditan a agentes o condicionamientos externos son aquellas que han desarrollado el hábito de la proactividad.
25 May 2006 | María Pallarés, Coach Personal de Mproactiva
Actitud tendente a tomar iniciativas que promuevan una respuesta positiva del interlocutor (el cliente, el grupo, etc.).
proactivo - Una acción proactiva es la que se toma por iniciativa propia y no como consecuencia de lo que ya ocurrió. ...
www.deguate.com/infocentros/gerencia/glosario/p.htm
Primer Hábito: Sea Proactivo
Este es un resúmen del primer hábito del libro Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva de Stephen R. Covey.
La autoconciencia es una cualidad exclusiva de los seres humanos y es la capacidad de pensar sobre los propios procesos del pensamiento. Esta es la razón de que el hombre posea el dominio de las cosas del mundo y de que pueda realizar progresos significativos de generación en generación.
Por eso podemos evaluar y aprender de las experiencias de los otros, tanto como de las nuestras. Por eso podemos crear y destruir nuestros hábitos.
No somos nuestros sentimientos. No somos nuestros estados de ánimo. Ni siquiera somos nuestros pensamientos. El hecho mismo de que podamos pensar sobre estas cosas nos separa de las cosas y del mundo animal. La autoconciencia nos permite distanciarnos y examinar incluso el modo en que nos "vemos": ver el paradigma de nosotros mismos, que es el más fundamental para la efectividad.
El espejo social.
Si la única vision que tenemos de nosotros mismos proviene del espejo social (del actual paradigma social y de las opiniones, percepciones y paradigmas de las personas que nos rodean), la concepción que tengamos de nosotros mismos será como la imagen reflejada en los espejos deformantes de los parques de atracciones.
"Siempre te retrasas"
"¡Comes como un cerdo!"
Estas imágenes parecen de proporción y a menudo proyectan las preocupaciones y las debilidades de carácter de las personas en las que se originan.
Existen 3 teorías deterministas ampliamente aceptadas, que independientemente o en combinación pretenden explicar la naturaleza del hombre:
* El determinismo genético dice básicamente que la culpa es de los abuelos. esa es la razón de que usted tenga mal genio. Sus abuelos eran irasibles y esto esta en su ADN. El ADN pasa de generación en generación y usted lo ha heredado. Además usted es irlandés, y así son los irlandeses.
* El determinismo psíquico dice básicamente que la culpa es de los padres. Su educación, sus experiencias infantilesestablecieron lo esencial de sus tendencias personales y la estructura de su carácter. A ello se debe que no le guste estar rodeado de personas. Así es como lo educaron sus padres.
* El determinismo ambiental dice que la culpa es del patrón o el jefe (o de su esposa, su hijo adolescente, su situación económica o el gobierno de su país). Alguien o algo de su ambiente es responsable de su situación.
Entre el estímulo y respuesta.
Victor Frankl, un psicólogo judío educado en la tradición de la psicología freudiana (según la cual, lo que nos sucede de niños forma nuestro caracter y personalidad) estuvo encerrado en un campo de concentración nazi, donde tuvo que soportar las cosas más repugnantes imaginables. Sus padres, su hermano y su mujer murieron en los campos, en las cámaras de gas. Con excepción de su hermana, Frankl perdió a toda su familia y además fue torturado y humillado.
Un día, desnudo y solo en una pequeña habitación comenzó a tomar conciencia de lo que denominó "la libertad última", esa libertad que sus carceleros nazis no podían quitarle. Ellos podían controlar todo su ambiente, hacer lo que quisieran con su cuerpo, pero el propio Victor Frankl era un ser autoconsciente capaz de ver como observador su propia participación en los hechos. Su identidad básica estaba intacta. En su interior él podía decidir de qué modo podía afectarle todo aquello. Entre lo que le sucedía, o los estímulos y su respuesta, estaba su libertad o su poder para cambiar esa respuesta.
En medio de sus experiencias, Frankl se proyectaba hacia contextos distintos; por ejemplo, se imaginaba dando conferencias ante sus alumnos después de haber sido liberado del campo de concentración.
Con la ayuda de su disciplina mental ejercitó su pequeña y embrionaria libertad, que entonces creció hasta hacerse mayor que la de sus carceleros nazis. Los nazis tenían más libertad exterior pero él tenía más libertad interior, más poder interno para ejercitar sus opciones. Se convirtió en un ejemplo para quienes lo rodeaban, incluso para algunos de los guardias. Ayudó a otros a encontrar un sentido en su sufrimiento y dignidad en su vida de prisioneros.
En las circunstacias más denigrantes, frankl uso el privilegio humano de la autoconciencia para descubrir un principio fundamental: entre el estimulo y la respuesta, el ser humano tiene la libertad de elegir.
La proactividad definida.
La proactividad no solo significa tomar la iniciativa.
Proactividad significa que, como seres humanos, somos responsables de nuestras propias vidas. Nuestra conducta es una función de nuestras decisiones, no de nuestras condiciones. Podemos subordinar los sentimientos a los valores. Tenemos la iniciativa y la responsabilidad de que las cosas sucedan.
Examinemos la palabra "responsabilidad", en la cual encontramos alusiones a la palabras responder y habilidad; Habilidad para elegir la respuesta. Las personas muy proactivas reconocen esta responsabilidad.
La capacidad para subordinar los impulsos a los valores es la esencia de la persona proactiva. Las personas reactivas se ven impulsadas por sentimientos, por las circunstancias, por las condiciones, por el ambiente. Las personas proactivas se mueven por valores: valores cuidadosamente meditados, seleccionados e internalizados. También las personas proactivas se ven influidas por los estímulos externos, sean físicos, sociales o psicológicos. Pero su respuesta a los estímulos, consciente o inconsciente, es una elección o respuesta basada en valores.
Como observó Eleanor Roosvelt: "Nadie puede herirte sin tu consentimiento". Y Ghandi dijo: "Ellos no pueden quitarnos nuestro autorrespeto si nosotros no se lo damos".
Lo que nos hiere o daña no es lo que sucede sino nuestra respuesta a lo que sucede. Desde luego hay cosas que pueden dañarnos físicamente o perjudicarnos económicamente y producirnos dolor, pero nuestro carácter, nuestra identidad interior no tiene que quedar herida. De hecho, las experiencias más difíciles son finalmente las que moldean nuestro carácter y hacen que se desarrollen nuestras fuerzas internas.
Tomar la iniciativa
Nuestra naturaleza básica consiste en actuar, no en que se actue sobre nosotros. Esto nos permite elegir nuestras respuestas a circunstancias particulares, y además nos da poder para crear circunstancias. Tomar la iniciativa significa reconocer nuestra responsabilidad de hacer que las cosas sucedan.
Actúe o deje que los demás actúen por usted
La diferencia entre las personas que toman la iniciativa y las que no lo hacen equivale literalmente a la diferencia entre el día y la noche. No estoy hablando de un 25 o 50 por ciento de efectividad; hablo de un 5000 por ciento de diferencia, en particular si esas personas son inteligentes, sensibles ante las necesidades de los demás y están siempre alerta.
Escuchando nuestro lenguaje
Nuestro lenguaje es un indicador muy fiel del grado en que nos vemos como personas proactivas.
El lenguaje de las personas reactivas las absuelve de responsabilidad.
* "Ese soy yo. Yo soy así, eso es todo". Estoy determinado (por el destino o mi herencia). No puedo hacer nada al respecto.
* "Me vuelvo loco!". No soy responsable. Mi vida emocional esta gobernada por algo fuera de mi control.
* "No puedo hacerlo, No tengo tiempo". Me controla algo que está fuera de mi. El tiempo limitado.
* "Si mi esposa fuera más paciente". La conducta de alguien más limita mi efectividad.
* "Tengo que hacerlo". Las circunstancias u otras personas me obligan. No tengo libertad de elegir.
Este lenguaje se deriva de un paradigma determinista y el espiritu es tranferir la responsabilidad a otros.
Círculo de preocupación / Círculo de influencia.
Otro modo excelente de tomar conciencia de nuestro grado de proactividad es examinar que que invertimos nuestro tiempo y nuestra energía. Cada uno de nosotros tenemos una gama de preocupaciones: la salud, los hijos, los problemas del trabajo, la deuda pública, la guerra nuclear, etc. Esto se puede definir como nuestro círculo de preocupación.
Al revisar nuestro círculo de preocupación, resulta evidente que incluimos varias cosas sobre las cuales no tenemos ningún control real y con respecto a las otras si podemos hacer algo. Podemos agrupar las preocupaciones del segundo grupo poníendolas en un circulo más pequeño que podremos identificar como nuestro círculo de influencia.
Las personas proactivas centran sus esfuerzos en el círculo de influencia, se dedican a las cosas que pueden mejorar. Su energía es positiva y aumenta, con lo cual pueden hacer su círculo de influencia aún más grande.
Las personas reactivas centran sus esfuerzos en su círculo de preocupación. Su foco se sitúa en los defectos de otras personas, en las personas del medio y en circunstancias sobre las que no tienen ningún control. De ello resultan sentimientos de culpa e impotencia y una gran inefectividad.
Control directo, indirecto e inexistente.
Los problemas que afrontamos caen en tres categorías posibles:
* Control directo. Involucran nuestra propia conducta
* Control indirecto. Involucran la conducta de otras personas
* Inexistencia de control. Problemas sobre los que no podemos hacer nada (como nuestras realidades pasadas)
Soluciones:
* Los problemas de control directo se resuelven trabajando en nuestros hábitos personales
* Los problemas de control indirecto se resuelven mejorando nuestros métodos de influencia: empatía, persuación, etc.
* Los problemas de inexistencia de control suponen cambier nuestras actitudes: sonreir y aceptarlos auténtica y pacíficamente. Aprender a vivir con ellos.
Ampliando nuestro círculo de influencia.
A través de centrarnos de forma decidida en los problemas que se encuentran en nuestro círculo de influencia, podemos lograr que este se expanda y aumentar asímismo nuestra capacidad para lograr mayores y mejores resultados.
Los tener y los ser
Un modo de determinar cual es nuestro círculo de preocupación consiste en distinguir los "tener" y los "ser". El círculo de preocupación está lleno de "tener":
* Me sentiré contento cuando tenga mi propia casa.
* Si tuviera un jefe que no fuera tan dictador...
* Si tuviera mi título.
El cículo de influencia está lleno de ser:
* Puedo ser más paciente,
* ser más sensato,
* ser más cariñoso
El foco está en el carácter. El enfoque proactivo consiste en cambiar de adentro hacia afuera. Ser distinto y de esa manera provocar un cambio positivo.
La otra punta del palo.
Antes de cambiar el rumbo de nuestra vida hacia el círculo de influencia es necesario considerar dos cosas que merecen una consideración profunda: las consecuencias y los errores.
Si bien somos libres para elegir nuestras acciones, no lo somos para elegir las consecuencias de estas acciones. Las consecuencias son gobernadas por leyes naturales. Están fuera de nuestro círculo de influencia, en el círculo de preocupación.
El enfoque proactivo de un error consiste en reconocerlo lo más pronto posible, corregirlo y aprender de el. Esto literalmente convierte el fracaso en éxito. T. J. Watson de IBM dijo " El éxito está en el lado opuesto del fracaso".
Comprometerse y mantener los compromisos.
Los compromisos con nosotros mismos y con los demás y la integridad con que los mantenemos son la esencia de nuestra proactividad. Allí también reside la esencia de nuestro crecimiento.
Proactividad: el test de los 30 días
Desafío al lector a que ponga a prueba el principio de la proactividad durante 30 días. simplemente inténtelo y vea lo que sucede. Durante 30 días trabaje solo en su círculo de influencia. Plantéese pequeños compromisos y manténgalos. Sea una luz, no un juez. Sea un modelo, no un crítico. Sea parte de la solución y no parte del problema.
Más información sobre el método de los 30 días de prueba en el artículo: 30 días de prueba para el éxito.
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Ventajas de producir sin patrones
La recuperación de fábricas por parte de los trabajadores tuvo su apogeo durante la crisis de 2001. Sin embargo, los emprendimientos continuaron desarrollándose. Un protagonista y dos académicos analizan cómo evolucionó la experiencia.
Por Melina Deledicque * y Mariano Féliz **
Las experiencias de autogestión obrera han tomado impulso en la Argentina en los últimos años. Fueron los trabajadores desocupados quienes retomaron los ideales autogestivos en su lucha por resignificar los planes sociales arrancados al Estado para crear emprendimientos colectivos autoorganizados. Su lucha no era sólo por la inclusión social (empleo asalariado), sino por el cambio social a través de la creación de espacios de trabajo digno. En paralelo, la historia argentina es rica en procesos de toma de fábricas y autogestión obrera, desde la batalla por el Frigorífico De la Torre llegando al proceso que comienza en los ’80 y se multiplica en 2000/1, y que da cuenta de varios miles de trabajadores que han decidido apostar al autogobierno o autogestión: una práctica a través de la cual deciden impulsar un proceso por autoorganizar sus espacios de trabajo, sus comunidades y sus proyectos productivos.
La autogestión enfrenta la mediación del capital como actor social en la producción. La relación empleado-patrón desaparece y con ello el trabajo asalariado como forma de valorización del capital. Anulado el capital, empieza a recrearse una forma de trabajo digno, no alienado, una forma de asociación libre de trabajadores.
El capitalismo se organiza en torno de la explotación del trabajo y la primacía de la ganancia. La autogestión rechaza la acumulación por la acumulación misma. El proceso de producción ya no valoriza al capital sino valoriza a los propios trabajadores, cuyo trabajo concreto y su producción concreta pasan a tener prioridad.
Con esta forma de organizar la producción, las imposiciones “objetivas” del mercado se desnaturalizan. Los valores del capital (la ganancia como fin) comienzan a ser desplazados y entran a jugar otros valores. Se cuestionan las jerarquías impuestas por la forma de organización del proceso de trabajo capitalista ligadas a la necesidad que tienen los patrones de dominación política y división de los trabajadores. La gestión conjunta y solidaria torna al trabajo más productivo. Como todo el esfuerzo individual redunda en beneficios inmediatos a los productores directos aumenta la creatividad social y se multiplica la cooperación.
Además, permite reducir la división entre trabajo manual e intelectual, entre la concepción de las actividades y la ejecución de las mismas. La producción asociada permite no sólo la apropiación colectiva de los medios de producción sino que los trabajadores tienen la capacidad de apropiarse del conocimiento científico-técnico que da sentido a su trabajo. Pueden recuperar de esa forma el saber teórico y práctico de la totalidad del proceso de producción, jugando en esto un papel clave la rotación en los puestos de trabajo.
La autogestión tiene profundas implicancias en la subjetividad de los trabajadores que encaran –con esperanza– ese proyecto. Estos espacios de gestión y producción de la vida cotidiana, más allá de la lógica del mercado, alteran la identidad de quienes participan pues cambia la forma que tienen de relacionarse entre sí (con sus compañeros) y con el resto del pueblo. La práctica cotidiana de reflexionar al hacer permite avanzar en formas de interacción más libres y justas.
En este proceso se va creando una nueva cultura del trabajo y una nueva cultura política. Cuando alguien se acostumbra a autodeterminarse en una esfera de su vida (el trabajo) ya no aceptará sin chistar el autoritarismo y la sumisión en las otras (su vida familiar, el sistema político). Si la autogestión obrera conlleva la reapropiación colectiva de la producción socializada, ella permite avanzar en el espacio de la política en un creciente rechazo a la mediación del Estado, cuestionando la privatización de la política y reclamando la constitución de una nueva forma de gestión social, de amplia participación popular y realmente democrática.
Las prácticas autogestivas enfrentan sus límites en el marco de una sociedad dominada por el capital. Encuentran la dificultad de desplazar al mercado como espacio de venta de su producción, la compra de sus insumos y (parcialmente) la reproducción de la vida de sus familias. La necesidad de enfrentar en el mercado a empresas capitalistas limita la autonomía en la toma de decisiones. Estos son límites reales –no meramente normativos (producto de la falta de conciencia “socialista”)– y requieren el desarrollo de estrategias de mayor cooperación y articulación entre los proyectos autogestivos y los movimientos sociales.
En tal sentido, el proceso de autogestión productiva deber ser –y lo es– parte de un proceso más global de cambio social. Es parte de una práctica de construcción cotidiana de poder popular sobre la base de la autoactividad de los trabajadores.
* UNLP y Centro de Estudios para el Cambio Social.
** Conicet-UNLP y Centro de Estudios para el Cambio Social.
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