Robert Kiyosaki: El autor del best seller “Padre rico, padre pobre” es hijo de un director de escuela que lo formó en la austeridad y el esfuerzo, pero tuvo también un papá “postizo” mucho menos educado que, sin embargo, supo enseñarle cómo ganar dinero ...

Dinero: < / h2> la idea de hacerse rico, haciendo que tu dinero trabaje para ti, de forma que los ingresos que tus inversiones produzcan sean más altos que tus gastos, de este modo no es necesario trabajar para vivir, y por lo tanto habrás alcanzado la independencia financiera

Dale Carnegie < / h2> El Curso de Carnegie disfruta de buena reputación en el ámbito de los negocios y es considerado como una herramienta de transición para las personas tímidas o desacostumbradas a trabajar en equipo, por lo que muchos empresarios envían a sus empleados al curso

Lideres de lideres Nelson Mandela
El milagro de Ana Sullivan, análisis de la educación por Mauricio Játiva
Algunas claves para analizar la película
Tomado de:
Mauricio Játiva. Catedrático de Secundaria. Licenciado en Filosofía
En familiayeducacion.org
¿Cómo cabe calificar la actitud de la profesora? Rasgos positivos y negativos.
No desfallece: actitud firme (¿excesiva?). Educar es un auténtico reto: siempre es complicado, no tirar la toalla, no hay casos perdidos. Fortaleza, constancia y mucha paciencia.
Planifica una estrategia: fuera improvisaciones; los problemas no suelen solucionarse solos. No buscar resultados inmediatos.
Actitud creativa: flexibilidad, originalidad, redefinición; piensa en alternativas (trasladarla a la casa de campo). Las dificultades no deben paralizarnos.
Pensamiento positivo (se fija en lo que estima la gran capacidad de aprender de Hellen.
Su total disponibilidad.
¿Le falta, quizás, poner un poco de amor en lo que hace? ¿Demasiado dura en las formas?
¿Intransigente? Distinción entre la sana autoridad y el autoritarismo.
Factores que dificultan el aprendizaje de la niña.
Hábitos previos negativos: es una niña consentida (se compadecen de ella y le permiten todo). Huir de las falsas compasiones (la ven como una inútil). Falsedad de los razonamientos emocionales (las cosas no tienen por qué ser como se sienten).
Exceso de protección: miedo a que le pase algo («vuela bajito y despacio»). Es la principal dificultad que Ana Sullivan detecta. Perder el miedo a decir que no a un antojo, o incluso a algunos deseos legítimos de los hijos. Exigir que se “intenten” hacer las cosas bien; la exigencia ha de ser personal, gradual y llena de cariño. La permisividad de los padres genera el pasotismo de los hijos.
Obviamente, sus carencias físicas. Otra distorsión cognitiva: abstracción selectiva; solo se dan cuenta de los defectos de su hija, no del potencial de su inteligencia.
¿Qué estrategias motivacionales utiliza la profesora?
Activa la curiosidad.
Trabajan juntas.
Valora las metas: premios y castigos (¿hasta qué punto?).
Es consecuente.
Distorsiones cognitivas que existen en la actitud de los padres.
Ideas preconcebidas: su hija es una enferma sin cura; cuidado con la «etiquetación», huir de los fatalismos.
Exceso de protección. La exigencia sólo cobra sentido cuando nace del cariño verdadero. La exigencia no ha de doblegar la voluntad sino motivarla; no es imponer por la fuerza sino por el cariño. La voluntad se forja con vencimientos y con motivos.
Refuerzo negativo: premian una conducta negativa para que no moleste (escena del mordisco a la maestra y caramelo de la madre). Los caprichos consentidos hacen crecer las necesidades.
No identifican el problema; muchas veces el problema está en no identificar el problema. La familia sabe cuál es el problema de Helen, pero no saben cuál es el suyo, hasta que descubren que su manera de comportarse no es la adecuada.
Fuente: www.uhu.es
El milagro de Ana Sullivan La superación de las barreras
La historia de Helen Keller y Anne Sullivan
Helen Keller quedó sorda y ciega a causa de una enfermedad cuando tenía 19 meses de edad. Llegó a desarrollarse culturalmente y ser una escritora y conferenciante pública mundialmente famosa. Helen no se desanimaba fácilmente. Pronto comenzó a descubrir el mundo usando sus otros sentidos. Tocaba y olía todas las cosas que estaban alrededor de ella y sentía las manos de otras personas para «ver» lo que estaban haciendo e imitaba (copiaba) sus movimientos. Cuando tenía siete años de edad inventó 60 signos diferentes que le servían para comunicarse con su familia. Al no poder expresarse ni entender su frustración aumentó con la edad y su rabia iba a peor. Se convirtió en una persona salvaje, revoltosa y muy agresiva. Esta situación hizo que se viera claramente la necesidad de hacer algo. Justamente, antes de cumplir siete años, la familia contrató a una tutora privada.
Anne Sullivan venía de un ambiente muy pobre. Había perdido la visión cuando tenía cinco años y fue abandonada en una casa de escasos recursos. Tuvo la suerte de haber encontrado un lugar donde fue bien acogida, el Colegio Perkins para Ciegos en Boston. Después de varios años, y tras dos operaciones con éxito recuperó su visión. Se graduó obteniendo el título de honor. Para el director de la escuela estaba claro que Anne Sullivan era la persona adecuada para educar a Hellen Keller.
El primer paso de Anne fue comunicarse con ella venciendo su agresividad con fuerza y paciencia. El siguiente paso fue enseñarle el alfabeto manual. Anne le ponía en contacto con los objetos y le deletreaba en la mano las palabras. Así comenzó a animarse y cada cosa que encontraba la cogía y preguntaba a Anne cómo se llamaba. Así fue preparando a su alumna con nuevas palabras e ideas que necesitaría para enseñarle a hablar. Como resultado de todo este trabajo, Hellen llego a ser más civilizada y amable, y pronto aprendió a leer y escribir en Braille. También aprendió a leer de los labios de las personas tocándoles con sus dedos y sintiendo el movimiento y las vibraciones.
Anne la ayudó en varias instituciones trabajando con otros materiales y textos, enseñándole distintas lecciones y actuando como su intérprete. Ella interpretaba en las manos de Hellen lo que los profesores decían en clase, y transcribía en los libros utilizando el sistema Braille.
Hellen se graduó con título de honor de la Radcliffe College en 1904. Tenía un poder de concentración extraordinario, muy buena memoria y muy buenos recursos personales para mejorar. Mientras estaba en aquella escuela escribió «La Historia de Mi Vida». Este libro tuvo un rápido éxito y gracias a él ganó suficiente dinero para comprarse su propia casa.
La ceguera era, a menudo, causada por una enfermedad que también era la causa de que muchos vivieran en pobreza. Hellen colaboró en la creación de la Fundación Americana para los Ciegos con el objetivo de ofrecer servicios a otras personas ciegas. Llegó a ser famosa, invitada por muchos países y recibió títulos de Honor de diferentes universidades extranjeras.
La película :El milagro de Ana Sullivan, The miracle worker
Temas: Educar en el esfuerzo y una valoración real de él, es una asignatura pendiente. La película se presta a un amplio debate sobre la necesidad de armonizar exigencia, comprensión y disciplina.
EE.UU. 1962. 105 min. B/N.
Director: Arthur Penn.
Montaje: Ernest Caparros.
Guión: Helen Keller, William Gibson.
Música: Laurence Rosenthal.
Intérpretes: Peggy Burke, Inga Swenson, Anne Bancroft.
Sinopsis: Annie Sullivan llega a casa de los Keller para encargarse de una tarea casi imposible: enseñarle el mundo exterior a Helen Keller, una niña de siete años ciega y sordomuda desde los dieciocho meses, a causa de una enfermedad.
Oscar a la Mejor Actriz en 1962.
Fuente: www.uhu.es
DR. Abel Albino creador de Fundación CONIN (Cooperadora de la Nutrición Infantil).
"Tenemos que terminar con la eterna guerra del hombre contra el hombre, e iniciar todos juntos la única guerra que vale la pena, la única en que todos ganan, la guerra del hombre contra el hambre”.
El Dr. Abel Albino nació en el año 1946 en Buenos Aires, Argentina.
En el año 1972 se graduó con el título de médico en la Universidad de Tucumán. Al año siguiente viajó a la República de Chile, para especializarse en pediatría en el Hospital Luis Calvo Mackena; ahí tuvo el honor de conocer al Prof. Dr. Fernando Mönckeberg, donde se contactó por primera vez con la problemática de la desnutrición infantil.
En el año 1987 se doctoró en medicina en la Universidad Nacional de Cuyo.
Después de un tiempo, en el año 1992, se trasladó a España para estudiar Biología Molecular en la Universidad de Navarra. Le produjo profunda tristeza ver la brecha entre Europa y la Argentina; países tan pequeños y poderosos, frente al nuestro que, siendo infinitamente más rico, se encuentra tan empobrecido.
Una tarde, encontró un diario tirado, el cual contenía una entrevista a la Madre Teresa de Calcuta, en la que le preguntaban qué era para ella la paz. La reflexión le encantó. Supo que tenía que servir, lo que le faltaba saber era a quién y cómo. Al día siguiente decidió abandonar España, pues se dio cuenta que estaba haciendo una especialidad del futuro, cuando en realidad es hijo de un país que no tiene solucionado su pasado.
En mayo de 1992 regresó a Europa con grandes posibilidades de que lo contratasen. En esa oportunidad escuchó al Papa Juan Pablo Segundo, que pedía servir a los más pobres.
De regreso a Mendoza organizó un congreso, en el que invitó al Prof. Dr. Fernando Mönckeberg, quien disertó sobre la única debilidad mental que se puede prevenir y revertir, la única creada por el hombre, la debilidad mental del desnutrido.
Así, junto a un gran número de colaboradores, el 4 de septiembre del 1993 creó en Mendoza Argentina la Fundación CONIN (Cooperadora de la Nutrición Infantil).
Gracias al empeño y a la labor desarrollada en CONIN se recibieron numerosas distinciones, entre las que se destacan:
Fellow ASHOKA. Estados Unidos. 1994.
Premio “HIPOCRATES año 2000”. Honorable Academia Nacional de Medicina. Buenos Aires. Octubre 2000.
Ternado al premio mundial “World of Children of Hanna Neil”, patrocinado por Kellogg’s. En el Rubro “Cuidado Infantil” que reconoce a quien haya contribuido en forma significativa a la salud y bienestar de los niños, entre 170 países. Columbus, Ohio, EEUU. Agosto 2002.
Condecoración “Hanna Neil”. Columbus, Ohio, EE.UU. Noviembre 2002.
Premio “Juntos Educar”. Arzobispado de Buenos Aires, Vicaría Episcopal de Educación. Abril 2005.
Premio “Nutrición 2003-2005”. Universidad de Las Palmas de la Gran Canaria. España. Enero 2006.
“Premio Internacional a la trayectoria profesional en el campo de la Nutrición Infantil”. Primer Congreso Mundial de Nutrición y Salud Pública. Comité de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC). Barcelona, España. Septiembre 2006.
Premio “Líder Humanitario Latinoamericano del Año”. Revista de Negocios Latin Trade, postulado por Ashoka Internacional. Miami, EE.UU. Octubre 2007.
Nombrado por la Legislatura Provincial “Ciudadano Ilustre de la Provincia de Mendoza”. Noviembre 2007.
Mención honorífica por la “Labor Destacada de CONIN” en la persona del Dr. Abel Albino. Consejo Deliberante de la Municipalidad de la Capital de la Ciudad de Mendoza. Noviembre 2007.
Premio “Humanitarian Prize”. Ivy Foundation. EE.UU. Enero 2008.
Premio “World Wide Grant”. MDRT Foundation. EE. UU. Abril 2008.
Premio “Homenaje en vida a figuras nacionales” con la impresión de 1.000.000 de obleas postales. Grupo Andreani. Buenos Aires. Agosto 2008.
Premio en la categoría “Desarrollo Social”. Fundación KONEX. Buenos Aires. Septiembre 2008.
Premio “Modelo de Hombre”. Asociación Síndrome de Down República Argentina (ASDRA). Buenos Aires. Octubre 2008.
Distinción “Servir es mi ocupación”. Rotary Club Los Cerros. Mendoza. Octubre 2008.
La vida como una carrera de fondo
POR JAVIER MOLINS Martes , 13-04-10
¿COMO puede alguien aficionarse al maratón sin ni siquiera correr ni un metro? Pues leyendo el libro autobiográfico de Haruki Murakami titulado en francés «Autoportrait de l´auteur en coureur de fond» y que ahora llegaba a España con el nombre de «De qué hablo cuando hablo de correr» (la traducción del original japonés «Hashiru koto ni tsuite kataru toki ni boku no kataru koto» permanecía como un enigma indescifrable pero que, a simple vista y dada su longitud, indicaba que no correspondía con ninguno de los dos títulos anteriores).
Nunca un tema que le había interesado tan poco podía haberle llegado a interesar tanto después de haber leído este libro. Murakami corría diez kilómetros al día, durante seis días a la semana y un maratón cada año. Todo el libro venía a ser un símil entre la vida del corredor de fondo y la del escritor. Algo totalmente extrapolable a casi todas la facetas de la vida.
Ante la pregunta de cuál era la característica más importante que debía poseer un novelista, Murakami contestaba que el talento. Sin embargo, ese talento sin concentración servía de bien poco y si esa concentración no se repetía a lo largo de un periodo largo de tiempo, uno nunca podría llegar a crear una buena novela, señalaba el autor japonés. Esas tres características: talento, concentración y perseverancia serían las mismas que necesitaría un corredor para poder finalizar un maratón con éxito.
A lo largo de este diario de un corredor, el lector podía comprobar cómo correr era una manera de conocerse a uno mismo, de ser consciente de tus límites, de tu capacidad de sufrimiento y de lo que estabas dispuesto a sacrificarte por alcanzar un objetivo, la meta que uno se había autoimpuesto.
En este sentido, eran memorables los pasajes en los que narraba el trayecto que el propio autor realizó desde Atenas hasta Maratón, emulando al revés el origen de esta práctica, o el supermaratón de 100 kilómetros para el que necesitó más de ocho horas y una capacidad de resistencia sobrehumana.
Una imagen del escritor alejada de esa imagen tópica de los escritores como seres bohemios que llevan una vida desordenada similar a la de los artistas, y que hemos podido contemplar en infinidad de películas, empezando por «El loco del pelo rojo», que retrataba la vida de Vincent van Gogh y que dejaba bien claro desde el mismo título cuál era la visión que quería dar de los creadores. Este y muchos otros temas desfilaban por las páginas de este libro y por la mente de su autor mientras corría o escribía, dos prácticas claramente diferenciadas pero que en este relato se cruzaban constantemente de modo que ya no se sabía cuándo se hablaba de una o de la otra. La vida, al fin y al cabo, no dejaba de ser una carrera de fondo.